Tuesday, October 25, 2005

la interrogante

De no escribir, exploto. A la cercanía de noviembre, en el ocaso de octubre, sostengo en mi vida tan solo pequeños suspiros de anhelos que, a la oscuridad del día le resta tan sólo una esperanza más de no desvanecer en el intento…

¿En el intento? En el intento de seguir estando con una justificación amplísima, en términos totalitarios, de estar. De seguir permaneciendo. En el intento de no sucumbir ante el impaciente anhelo de corroborar ese delicado pero constante y exquisito gusto por la soledad, tantas veces maldicha en la maltrecha vida de este servidor.

En el intento de estar conciente, en el intento de seguir vigente. De rescatar a aquellos elementos en mi interior que aún, aún, aún me deben de identificar como aquel por quien tanto tiempo he presumido ser.

Cuando al tiempo no queda mas que un resto ambiguo de mis orígenes, mis deseos se han materializado ya tanto en este presente que, ya llegado, no me parece acabar de satisfacer.

En el intento de no dejarme perecer. En el intento de rescatar a lo que me distingue como ser humano y no como un intento más de ciudadano estereotipado, gozoso y exitoso, permanentemente aislado del mundo irreal, ese planeta maravilloso donde tantas veces creí estar tan bien…